Esta fotografía nos muestra un paisaje de montaña.
En primer plano aparece un gran lago de aguas cristalinas. En él hay una chica dando un paseo en canoa. El color azul del agua contrasta con el rojo intenso de la canoa.
En el centro y bordeando el lago, se observa una extensión de abetos sobre un manto verde de hierba.
Al fondo observamos una gran cadena montañosa. En algunas de las montañas aún queda mucha nieve, y son tan altas que parecen tocar el cielo.
Este lugar produce una sensación de quietud, calma y tranquilidad. También de soledad, pues apenas hay personas.¡ Me encantaría poder visitarlo algún día!
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DIPTONGOS
HIATOS
DIPTONGOS E HIATOS
MITOS Y LEYENDAS
LEYENDAS
MITOLOGÍA GRIEGA. DIOSES DEL OLIMPO
MITOS
Mito: El rey Midas
Midas
era rey de Macedonia. Poseía una gran fortuna y vivía en un lujoso palacio con
un hermoso jardín de rosas. Con él vivía su hija Zoe a quien amaba
profundamente.
Un
día Dionisio, dios del vino, y su amigo Silenio iban de camino a la India con su
ejército (compuesto de seres mitad cabras, mitad humanos). Agotados por el
largo viaje se quedaron dormidos junto al jardín. Midas los reconoció y los
invitó a permanecer en su palacio.
Dionisio,
agradecido por su amabilidad, le dijo que cumpliría cualquier deseo, a lo que
Midas respondió: “Deseo que todo lo que yo toque se convierta en oro”.
Midas
entró en su jardín y recogió una piedra que de inmediato se convirtió en oro y
lo mismo ocurrió con las preciosas rosas. Con lo que no contó nunca Midas es
que incluso la comida que comía iba a convertirse en oro, lo que iba a provocarle
una terrible sed que tampoco podría calmar, pues hasta el agua se convertiría
en oro.
Alarmada
por la situación, su amada hija corrió a abrazarlo, pero cuando él la abrazó se
convirtió en una estatua dorada.
Leyenda: "El oso"
Los animales del día y los animales de la noche se reunieron para decidir qué harían
con el sol, que por entonces llegaba y se iba cuando quería.
Decidieron hacer un juego; el bando que venciera en el juego de las adivinanzas decidiría cuánto tiempo tendría que durar la luz del sol sobre
el mundo.
Estaban en eso cuando el sol, intrigado, se aproximó. Tanto se acercó el sol que los
animales de la noche tuvieron que huir apresuradamente.
El oso fue víctima de la urgencia. Metió su pie derecho en el mocasín izquierdo y el
pie izquierdo en el mocasín derecho. Así salió corriendo, y corrió como pudo.
Según los indios comanches, desde entonces el oso camina hamacándose.